Tiene una idea clara de cómo infligir una lesión golpeando un objetivo, pero ¿qué sucede si convertimos ese objetivo en una articulación que está bloqueada en el límite patológico? Luego desgarramos los tejidos conectivos (ligamentos y tendones) que mantienen unidos los huesos, y obtenemos una articulación rota, paralizando el cuerpo desde la articulación rota hacia afuera.